martes, 30 de octubre de 2007

Violacion e Impunidad


Romina Tejerina, es víctima de una sociedad enceguecida por prácticas y discursos patriarcales Ella es una joven jujeña, que vivía en el barrio Roberto Sánchez de San Pedro, a 30 kilómetros de San Salvador, Jujuy, cursaba el quinto año de la secundaria. Esta joven a los 18 años conoció el dolor, la impotencia, la discriminación y de la ausencia de justicia. El 1º de agosto de 2002 comenzó el atropello a su persona, fue víctima de una violación, fue abusada sexualmente por un vecino cuyo nombre es Eduardo Vargas. El violador actualmente tiene 42 años, es comerciante y hermano de un policía y se encuentra impunemente en libertad.
Romina Tejerina en la madrugada del 1º de agosto de 2002, fue a buscar a una de sus hermanas a una bailanta en las afueras de San Pedro, a 63 kilómetros de la capital jujeña. Un vecino la persiguió, la violó y como consecuencia quedó embarazada.
Romina como tantas otras mujeres no denunció en su momento la violación que sufrió. La sensación de desprotección estatal, legal e institucional frente a esta problemática, opera de diversas maneras. Primero culpabiliza a la víctima, ya que denunciar una violación es un proceso tan traumático como el delito denunciado, allí se pone en evidencia la ineficiencia del Estado. Transitar por todos los espacios obligatorios para exigir justicia resultan ser un claro testimonio de las inoperancias y desprotección que sufri-mos las mujeres en estos casos. El Estado exige la denuncia pero, a la vez, desampara a las denunciantes.
Siete meses más tardes, en febrero de 2003, en silencio, Romina se dirigió al baño de su casa, viò la cara del violador y mató al recién nacido. La joven se encontraba en medio de un brote psicótico causado por el trauma de la violación, según su abogada.
Desde el 23 de febrero de 2003 se encuentra privada de su libertad por orden del juez Argentino Juárez. Fue Detenida en el Penal de Mujeres de San Salvador de Jujuy.
La justicia argentina desde un principio, desestimó y no contempló el shock de la joven. Además separó la violación del resto del caso, desvinculando la violencia sufrida por Romina de su consecuencia; buscaban mostrarla como una asesina fría y despiadada, llegando a negar que hubo una violación.
Esta joven que debía enfrentar su situación ante una sociedad, que se niega a observar la intolerancia y la imposibilidad que tienen las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos.

Dia Internacional Contra La Violencia a la Mujer


Cada 25 de noviembre se celebra en todo el mundo el “Día de la no violencia contra la mujer”. Esa fecha conmemora el asesinato de las tres hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de 1960, militantes opositoras a la dictadura que ejerció, por más de 30 años, Leónidas Trujillo en la República Dominicana.

Según la “Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer”, emitida el 20 de diciembre de 1993, “se entiende por violencia contra la mujer a todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

Una travesti golpeada por un policía; un marido o hijo que esperan, naturalmente, que su esposa o madre les prepare la comida; un hombre o, por qué no, una mujer que llama “puta” a una chica por ejercer libremente su sexualidad, son hechos que se repiten diariamente y poco se cuestionan. A pesar de que se condena a un violador casi unánimemente, a diario se reproducen este tipo de situaciones de violencia que pasan desapercibidas, que son capilares y que van construyendo y legitimando actitudes violentas. Por consiguiente, aunque sea un punto central, la violencia contra la mujer no terminará con las violaciones, si no el día que entre todos y todas construyamos relaciones de igualdad y respeto entre (todos) los géneros.

No mas asesinatos ni violencia contra la mujer

Encuentro De Mujeres


Más de 20 mil mujeres de todo el país arribaron a la ciudad de Córdoba el fin de semana pasado para decir presente en el XXII Encuentro Nacional de Mujeres (ENM). Trabajadoras, estudiantes, piqueteras, campesinas, feministas, amas de casa, sindicalistas, docentes y dirigentes políticas debatieron y delinearon nuevas estrategias en la lucha por sus derechos. Neuquén será la sede del próximo encuentro nacional.

El arribo de las mujeres a la ciudad fue recibido con una ciudad empapelada por los grupos pro-vida con consignas como “Que no te engañen desde la concepción ya es bebé” y “Un bebé no sabe de leyes pero tiene derecho a vivir, desde la fecundación hay vida”. Es más, para adoctrinarse diseñaron el sitio http://www.encuentrocordoba.com.ar desde donde instruyeron a las fieles hasta la nimiedad de sugerir argumentos y términos específicos para la discusión en los talleres.